Del mismo modo que los barcos son guiados a su lugar de amarre por la nave del práctico del puerto, los aviones, una vez han abandonado la pista de vuelo y, por la de rodadura, se encaminan hacia la plataforma de aparcamiento, son llevados por un cochecito pintado de amarillo y negro, con luces naranjas y un cartelito en el que se puede leer "Follow Me", "Sígame". Cuando lo que te sigue es semejante monstruo (un Antonov 225) la sensación debe ser cuando menos acongojante.
jueves, 5 de marzo de 2009
Follow Me
Del mismo modo que los barcos son guiados a su lugar de amarre por la nave del práctico del puerto, los aviones, una vez han abandonado la pista de vuelo y, por la de rodadura, se encaminan hacia la plataforma de aparcamiento, son llevados por un cochecito pintado de amarillo y negro, con luces naranjas y un cartelito en el que se puede leer "Follow Me", "Sígame". Cuando lo que te sigue es semejante monstruo (un Antonov 225) la sensación debe ser cuando menos acongojante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¡Qué monoooooooooooo!
El Antonov tiene cara de estar diciendo: "¿Este enano se supone que me va a guiar?"
Publicar un comentario