Ayer Israel conmemoró el 61 aniversario de su creación como estado independiente. Para celebrarlo, entre otros actos, la patrulla acrobática de su Fuerza Aérea hizo unas pasadas con sus Fouga Magister sobre las playas de Tel Aviv.
Este es el vehículo personal aero-terrestre (personal air and land vehicle PAL-V, en inglés) desarrollado en Holanda por un ingeniero al parecer un poco harto de los atascos. Por lo visto, se puede conducir como un coche y volar como una pequeña aeronave. Lo que faltaba; no contentos con atascar el suelo ahora se va a brindar la oportunidad de sembrar el caos en el aire. Que Dios nos coja confesados...
En Nueva York el horno sigue sin estar para bollos en lo que a vuelos a baja cota se refiere. Ayer, una "inocente" misión fotográfica causó pánico en el sur de Manhattan. Se trataba de hacer fotos con diversos fondos de la ciudad de Nueva York a uno de los Boeing 747 que el presidente de los EE.UU. utiliza para sus desplazamientos . Nadie advirtió a la población (ni siquiera al alcalde) y al ver las maniobras de un gran avión seguido de dos cazas F16 la gente se puso en lo peor y pies para qué os quiero. La misión sobre el monte Rushmore (foto) no causó semejante revuelo, que se sepa.
Este Lockheed Martin F22 Raptor se encuantra a salvo en su hangar y nos permite ver uno de sus compartimento de armas con las compuertas abiertas, justo detrás de la toma de aire del motor. Se trata de romper lo menos posible el diseño exterior para que la firma radar del avión sea lo más pequeña posible, tanto que induzca al operador a creer que está "viendo" un pajarito con plumas.
Los siete tubos del cañón Gatling GAU-8/A de 30 mm del A10 Thunderbolt pueden hacer fuego a una cadencia de 3900 disparos por minuto. Sus proyectiles son de uranio empobrecido. Letales para el blindaje de cualquier tipo de carro de combate, como se demostró en las guerras del Golfo.
No es el más grande de los aviones de transporte con los que cuenta la USAF pero dentro de la panza del Boeing C17 Globemaster cabe un Sikorsky SH60 Blackhawk, como queda demostrado con esta imagen.
Imagen imposible hace algunos años, cuando Sadam Husein todavía habitaba este mundo: un Hércules de origen norteamericano con los colores de la Fuerza Aérea Iraquí. Impensable. Qué vueltas da el mundo...
6 helicópteros CH46 Sea Knight y un AV8 Harrier, junto con parte de la dotación, abarrotan la proa del buque de asalto anfibio USS Boxer, de la clase Wasp, mientras entran en el puerto de Mombasa.
Llevar una carga a la eslinga es tan peligroso como espectacular. Este helicóptero Mi-26 transporta un desvencijado Tu-134 colgado de su panza. Cualquier balanceo excesivo podría poner en situación crítica el precario equilibrio del sistema formado por el helicóptero y su carga. Por cierto, la motita que se aprecia entre ambas aeronaves es un pájaro que, tal vez, alguien sepa identificar. Lo mío son los otros pájaros, los de metal.
Este extraño ejemplar de Supermarine Spitfire MkIX está en venta por la nada despreciable cifra de 2.200.000 dólares. ¡Qué pena que no lleva ahora nada suelto! ¡Qué oportunidad de tener un avión clásico en perfecto estado y listo para volar! ¡Qué pena ser pobre!
Una vez que ha amarado, el avión maniobra como si de un barco se tratara y se dirige hacia la rampa que desde la plataforma de aparcamiento del aeródromo militar de Pollensa se adentra en el agua. Esto permite que los anfibios desplieguen el tren de aterrizaje mientras todavía están navegando y suban a tierra gracias a dicha rampa. Es lo que está a punto de hacer el Canadair de la foto. La barra que sale de su lado derecho (la otra no se ve debido a la perspectiva) es la pata del tren principal ya bajado y listo para contactar con la rampa que ha de llevarlo a su lugar de parada.
Los aviones Canadair CL415T del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire se preparan para combatir la nueva temporada de incendios forestales y comienzan su despliegue por todo el territorio nacional. El de la foto acaba de amarar en la bahía de Pollensa donde hará base en el aeródromo militar del mismo nombre.
Aquí vemos un RQ-11 Raven, un avión sin piloto teledirigido. El Raven dispone de cámaras de video en el morro y puede transmitir imágenes en tiempo real a la base desde donde es controlado.
A todo gas y a punto de engancharse en los cables de frenado, este F18 encara la última parte de su misión bajo la atenta "mirada" de un Grumman E2C de alerta temprana.
Vemos aquí al portaaviones norteamericano USS Roosevelt, con toda su dotación de vuelo en cubierta, entrando en Portsmouth (Reino Unido).
El radar ECR 90 Captor del Eurofighter está basado en el radar Ferranti Blue Vixen del Harrier FSR.Mk2, ya que la frecuencia de pulsos del radar FoxHunter del Tornado F.Mk3 no cumplía los requerimientos del avión. El radar es del tipo multimodo de cuarta generación que permite identificar objetivos a más de 150 km y con capacidad de búsqueda y bloqueo hacia arriba y hacia abajo. Una joyita de la electrónica...
Por muy moderno que sea su diseño, el F22 Raptor deja también estelas de condensación durante su paso sobre Fort Monroe, en Virginia.
Pero esta vez se trata de modelos rusos. Tecnología parecida, misiones iguales. En lugar de un KC135 o un KC10 aquí vemos un Ilyushin Il78 dando de beber no a unos F18 sino a un par de Sukhoi Su30. Nada nuevo bajo el sol...
Éxito en el acoplamiento. Comienza el trasvase de combustible. En esta delicada operación ambas aeronaves tienen que mantener la misma velocidad y mantener su altitud de vuelo. Cualquier error podría desencadenar un desastre parecido al que ocurrió sobre Palomares en 1966, cuando un bombardero B52 y un KC135 estaban haciendo lo mismo y explotaron en mitad de la carga de combustible.
Cliente a la vista. Se trata de otro aparato de reaprovisionamiento en vuelo: un KC10 Extender. El operador del "boom", la sonda a la que se tendrá que acoplar el avión abastecido, lo baja mientras lo controla con una palanca que gobierna las pequeñas aletas que se ven al final de ese gran boquerel que cuelga bajo la deriva del KC135.
El veterano y venerable KC135 ya está en el aire rumbo a la zona de espera. Una vez allí, volará efectuando amplios círculos hasta la llegada de sus sedientos "clientes".
Un vistazo rápido al panel de instrumentos de este KC135 nos indica que está a punto de despegar: flaps abajo, tren de aterrizaje todavía desplegado (palanca larga hacia abajo), las rpm de los motores en la parte media de los indicadores... Y, sobre todo, la frase "takeoff execution data" (datos para efectuar el despegue) que se puede leer en el trozo visible de la pantalla que aparece en la parte inferior izquierda. Todo a punto para salir...
A primera vista esta formación en rombo de cuatro F18 no tiene nada de particular. Pero si nos fijamos en el avión que está aparentemente más a la izquierda, apreciaremos cómo en su morro aparece desplegada la sonda de reabastecimiento en vuelo.
Marana, Arizona. Depósito de Evergreen. Qué pena da ver a estos gigantes del aire anclados en el suelo después de su vida útil. Estos 6 B747 Jumbo podrían contar bonitas historias de vuelos transoceánicos, de turbulencias, de aterrizajes con viento cruzado...
Los flaps y slats de estos dos F18 Hornet de las Fuerzas Aéreas de Australia están completamente desplegados, lo que indica que están volando a una velocidad muy baja.
Aunque el Air Force One tiene sistemas de autodefensa que lo hacen difícilmente localizable nunca está de más una protección a cargo de cazas, como ese F16 que está despegando ante las narices del avión del Presidente.
No es que esté en aprietos este Mig35. El humo lo generan unos dispositivos acoplados cerca de la punta de los planos para hacer más vistosa la exhibición.
En vuelo invertido desde la cabina de un P51 Mustang, caza de la Segunda Guerra mundial que alcanzaba una gran velocidad (748 km/h) y llegó a ser el terror de los BF109 nazis.
Estos tres tampoco son dos F15 escoltando a un Airbus A320, no. Son dos MiG29 saludando el primer vuelo de pruebas de medio alcance del Sukhoi Superjet 100, un nuevo avión ruso de clara inspiración occidental.
No, no son Eurofighter aunque a primera vista lo parezca. Creo que ya lo he publicado en otra entrada pero no deja de sorprenderme el parecido asombroso de los J10 chinos y los Eurofighter. Son unos maestros de la copia.
