Una vez que ha amarado, el avión maniobra como si de un barco se tratara y se dirige hacia la rampa que desde la plataforma de aparcamiento del aeródromo militar de Pollensa se adentra en el agua. Esto permite que los anfibios desplieguen el tren de aterrizaje mientras todavía están navegando y suban a tierra gracias a dicha rampa. Es lo que está a punto de hacer el Canadair de la foto. La barra que sale de su lado derecho (la otra no se ve debido a la perspectiva) es la pata del tren principal ya bajado y listo para contactar con la rampa que ha de llevarlo a su lugar de parada.
NO al ERE en el diario ABC
http://www.abcdespidosno.es/
lunes, 20 de abril de 2009
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