martes, 22 de julio de 2008
Desgaste
En la toma, la parte que más sufre es el tren principal; concretamente los neumáticos. El impacto contra el suelo hace que sufran un desgaste brutal de tal suerte que hay que cambiarlos cada dos o tres aterrizajes. Si no, el peligro de reventón es altísimo. El humo que se aprecia detrás de este Boeing 737 proviene del contacto de sus ruedas en la pista.
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