En la toma, la parte que más sufre es el tren principal; concretamente los neumáticos. El impacto contra el suelo hace que sufran un desgaste brutal de tal suerte que hay que cambiarlos cada dos o tres aterrizajes. Si no, el peligro de reventón es altísimo. El humo que se aprecia detrás de este Boeing 737 proviene del contacto de sus ruedas en la pista.
martes, 22 de julio de 2008
Desgaste
En la toma, la parte que más sufre es el tren principal; concretamente los neumáticos. El impacto contra el suelo hace que sufran un desgaste brutal de tal suerte que hay que cambiarlos cada dos o tres aterrizajes. Si no, el peligro de reventón es altísimo. El humo que se aprecia detrás de este Boeing 737 proviene del contacto de sus ruedas en la pista.
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