viernes, 27 de julio de 2007

Precisión

Un reabastecimiento en vuelo siempre es una operación arriesgada. No hay sitio para fallos; una racha de viento, un movimiento brusco que puede hacer saltar una chispa y el desastre está servido. Y si además, el piloto no ve el receptáculo en donde tiene que meterse la manguera la cosa se complica un poco más. En cualquier caso, este tipo de fotos siempre son espectaculares...

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